domingo, 18 de enero de 2009

INTRODUCCIÓN

Una serie de libros que, en la Biblia hebrea, llevan el título de Profetas anteriores (Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes) aparecen después del Pentateuco. Esta designación se explica por una antigua tradición judía, que consideraba autores de esos escritos a determinados profetas.

El título de profetas anteriores sigue teniendo significado profundo, ya que los episodios relatados en esos libros son más que simples hechos históricos. En efecto, los protagonistas de tales acontecimientos fueron mujeres y hombres situados en el espacio y en el tiempo, como Josué, Débora, Gedeón, Saúl, David, Betsabé y los reyes de Israel y Judá; pero en cada etapa de esa historia Dios intervino de modo especial para dar cumplimiento a su designio de salvación.

Los hechos que aquí se narran, por lo tanto, están presentados desde una perspectiva profética, que toma en consideración, al mismo tiempo, los factores humanos que intervinieron en cada episodio y la acción de Dios que dirigia el curso de los acontecimientos.

los estudiosos modernos de la Biblia suelen designar a estos escritos con el nombre de Historia Deuteronomista, porque la interpretación que dan de la historia está fuertemente influida por la teología del Deuteronomio. Tal influencia se percibe, sobre todo, en su modo de juzgar tanto los hechos como la conducta de las personas (Cf., por ejemplo Dt. 12:2,3 y 2 R. 17:10-12).